
Esta obra consistió en la construcción de una caja metálica en colaboración con Santiago Quebedo. Él y yo formamos parte de un proceso de colaboración colectiva para crear noise utilizando objetos cotidianos y eléctricos, con el objetivo de generar disonancia a grandes rasgos

en busqueda por el electromagnetismo, buscando la muscia desde sonidos mas electricos, sonidos de syntetizadores que distrocionan o repiten, que samplean o emiten, musica de performance, muscia de instante, musica sin background


Desde una búsqueda más intuitiva y lúdica, comenzamos a desarmar, cortar y pegar cintas de cassette. Algunas las conseguimos en bodegas de amigues, otras las compramos en casas de empeño, como en el mercado Arenas. Fue un proceso que tomó tiempo y paciencia, pero con la experiencia, las cintas se convirtieron en una herramienta clave para entender la distorsión, la suciedad y la precariedad sonora como lenguajes posibles.
